Estos son los beneficios que la ciencia asocia a la práctica de mindfulness
Bienestar psicológico
La práctica de mindfulness reduce la ansiedad, el estrés, la irritabilidad, la fatiga y el burnout (Brown et al, 2012, Martín et al, 2013 i Hölzel et al, 2010)
Resiliencia
Acorta el tiempo para recuperarse de emociones aflictivas como la tristeza (Keng et al, 2013) y recuperarse después de situaciones de estrés (Brown et al, 2012)
Menos rumiación
El mindfulness reduce el pensamiento rumiativo, entendido como el pensamiento en bucle, persistente y recurrente que produce malestar
(Deyo et al, 2009)
Atención
Incrementa la memoria de trabajo, la cual permite resolver tareas con mayor eficacia i reducir el impacto de las interrupciones y distracciones (Kuo & Yeh, 2015 i Roeser et al, 2013).
Paliativo del dolor
Facilita reducciones en el malestar causado por el dolor, activando mecanismos neuronales relacionados con la autoregulación del dolor (Zeidan et al, 2011)
Salud Física
Con el entrenamiento de mindfulness se incrementa la producción de anticuerpos (Davidson et al, 2003) y se previene el envejecimiento neuronal y celular (Luders et al, 2015 i Epel et al, 2009)
Inteligencia social
Incrementa la empatía y reduce la hostilidad en las relaciones de pareja (Barnes et al, 2007 i Saavedra et al, 2010) y en entornos laborales optimiza el trabajo colectivo (Cleirigh et al, 2014).
Creatividad
Los cursos de mindfulness inducen el pensamiento divergente, una forma de pensar que da paso al ingenio y a las soluciones creativas (Colzato et al, 2012 i Capurso et al, 2013).